الزوبعة، بوينس آيرس، العدد 80، 4/9/1944
N.R. La historia de Siria y la mentalidad de su gran pueblo han sido, durante siglos de infortunio y desgracia, tanto en el orden militar como en el orden politico-social, objeto de las mas variadias teGlrversaciones y descrip-ciones tendenciosas. Salvo en época muy reciente cuando, merced a la investi-gacion historica de estudicses imparciales, nueva luz fué vertida sobre el valor de la historia de Siria, los conceptos sobre esa gran nacion eran y continuan, en la mayor parte, siendo formadas a través de lecturas históricas de las viejas escuelas y tendencias griegas y romanas, vale decir, de los pueblos que, por envidia del esplendor sirio (Canaaneo c. Fenicio) al principio y por la memo-rable rivalidad maritima y economica subsiguiente, se tornaron les enemigos mortales se Siria en la antigüedad.
La subsiguiente cultura eurapea, influenciada y orientada por la literatu-ra grego-romana, no pudo sino heredar de esa literatura en concepto mas dis-figurada y erroneo respecto a la raza siria y sugenio. Los franceses en particular, que durante mucho tiempo vienen jactando de ser los herederos de la cultura o civilizacion greco-romana, han hecho sobresalientes trabajos literarios que des- figuran y tergiversan la realidad siria. Los franceses encontraron, recientemente, una razón mas para llevar adelante la obra difamatoria de Siria. Esa Izón és: Siria debe ser reducida, definitiva y completamente, a «parte integrante del imperio colonial francés.
Toda interpretacion francesa de los hechos y actos de los sirios tiene, casi invariablemente, por fundamento: et legado literario greco-romano y et espiritu colonial francés.
La influencia de la literatura francesa en el mundo latino y fuera de él es demasiado notoria para necesitar demostracion. La propaganda politicia france, sa, también, se hace sentir por toda pattetras tendancia politics paralelas rivales, hacen ase-ciaciones y causa común con las tendencias francesas; y cuan-do la literatura se hace mercenaria de las tendencias politicas xenofobistas e imperialistar, no le importa cuàn injuriosa puede ser la falsedad de un concepto e cuán grosera pueda aparecer, al ser desenmascarada, la falacia Presentada como fundamento sólido.
Asi fué un cierto escriter de nembre Aldo Baroni, residente en territorio méjicano. escribió un articulo sobre los siroos, particularmente tratando de los regionales de Libano, que fué publicado en la sección editorial del periodice Excelsior que se publica en la capital de dicho pais y que es tan imbuido por un espiritu parcial y hostil que, de no haber sido denunciado y refutadas sus falsas afirmaciones por el Partido Nacionalista Sirio de Méjico, podria enganar a sus lecteles en el hospitalario pais de Mejico y agudizar la incompresion y el mal intendimiento respecto a los sirios, su carácter, espiritu y moral.
Para que nuestros lectores puedan apreciar las graves calumnias del sr. A. Baroni de las cuales fué objecto el pueblo sirio.y la justa interposicion del Partido Social-Nacionalista Sirio.de Mejico, transcribimos, a continuacion. la réplica del Partido que aparecio en la edicion del 24 de noviembre del ano pasa-do del mismo periodico Excelsior y que lleva el titulo «Las Pasiones de Libano y Aldo Baroni: